La geografía científica moderna
Historia la geografía
es una de las disciplinas más antiguas, pero también hay que
señalar que ha experimentado un desarrollo muy complejo a lo largo de toda su historia. Básicamente, esta evolución se puede dividir en dos grandes
periodos: un periodo premoderno que comenzaría en Grecia, y un periodo moderno a partir del siglo
XIX donde se
produce su institucionalización universitaria, lo que tuvo una influencia
enorme en su desarrollo.
El primer resto humano que nos indica un interés por el
conocimiento terrestre es un mapa de escala media
conocido como mapa Acadio, encontrado en Nuzi y
fechado cerca del siglo XXIII a. C.
El mapa está orientado hacia el este (punto cardinal) y
se pueden identificar en él características geográficas como cursos de agua,
asentamientos humanos y montañas.1
En la antigüedad
Los mapas más antiguos conocidos que describen la Tierra (mapa mundi) están datados en Babilonia cerca del siglo IX a. C..2 Pero el mapa más conocido de entre
estos hallazgos, es el Imago Mundi3 datado sobre el 400 a. C. hasta el 600 a. C. y descubierto en Iraq en 1899.
El mapa, tal y como fue reconstruido por Eckhard
Unger, muestra la ciudad de Babilonia junto al río Éufrates rodeada de una masa de tierra
circular presentando Asiria, Urartu4 y otras ciudades circundantes
rodeadas por un "río amargo" (océano), además de siete islas dispuestas a su
alrededor formando una estrella de siete puntas. El texto que lo acompaña
menciona siete regiones exteriores más allá del océano circular, las
descripciones de cinco de las cuales han sobrevivido hasta nuestros días.5 En contraste con el anterior mapa más
antiguo del siglo IX a. C. se representa a Babilonia como el centro del mundo,
en el anterior está situada más al norte, aunque no se sabe exactamente qué se
supone que representa ese centro en el mapa.
Otro mapa,
esta vez de gran escala, representa un pequeño territorio del distrito de Nippur, mostrando canales, un foso, las casas
y un parque. El plano está datado en el siglo XV a. C.. También se han hallado mapas
en Egipto de gran escala (plano de jardín
del siglo XV a. C.) y
cosmológicos (cerca del año 350 a. C.). El mapa de Bedolina (norte
de Italia) está considerado el más antiguo de un
asentamiento humano y data entre el siglo XX a. C. y el siglo
La cultura griega es
la primera en desarrollar un conocimiento ordenado sobre un conjunto de
fenómenos que atañen, en sentido amplio, a la Tierra. Esta descripción de la Tierra, desde
la antigüedad,
ha podido entenderse de dos formas: bien como descripción y estudio de toda la
Tierra en cuanto cuerpo físico y celeste, o bien como descripción y estudio de
alguno de sus territorios, incluyendo en
éstos tanto sus características físicas (ríos, montañas…) como los pueblos que
los habitaban. Existe así desde la Grecia clásica una perspectiva general y
otra particular o regional, la primera más próxima a la matemática, a la astronomía y a la cartografía y la segunda a la historia, a la política y a lo que hoy se entiende
por etnografía.
Es en Mileto donde los conocimientos que
podrían calificarse de geográficos comienzan a sistematizarse y a tratarse de
un modo más metódico y racional. Los periplos o descripciones de las costas
realizadas por los marinos se convierten en una fuente de conocimiento
fundamental. Anaximandro de Mileto (610-547 a. C.)
elaboró, seguramente, uno de los primeros mapas del mundo conocido por los
griegos, además de varios cálculos sobre los equinoccios y solsticios. Hecateo de Mileto (entre los siglos VI y
V antes de nuestra Era) mejoró el mapa de Anaximandro y escribió sobre las
costas y pueblos que bordeaban el Mediterráneo. Heródoto de
Halicarnaso (484-425 a. C.) realizó varios viajes que
le acercaron a los confines del mundo conocido por los griegos. En su Historia describe
con gran detalle territorios como Egipto, Persia o Asia menor.
Eratóstenes de Cirene (275-194 a. C.)
es considerado propiamente como el “padre de la geografía”, pues fue el primero
en acuñar el término, aplicándolo a una de sus obras (Hympomnemata
geographica). Para Eratóstenes este término identificaba el objetivo
esencial de su trabajo, la elaboración de una representación gráfica del mundo
conocido, es decir, lo que hoy se entiende por cartografía. Partía para ello de la búsqueda
de las dimensiones de la Tierra, tarea que llevó a cabo con sorprendente
aproximación. Estrabón (60 a. C.-
21 d. C.) realizó en cambio una geografía plenamente corográfica o regional.
Estrabón recoge de forma sistemática un gran número de informaciones acumuladas
sobre los diversos territorios de la ecúmene. Sus obras tenían un claro fin
práctico pues interesaba sobre todo, “para los fines de gobierno”. Estrabón
identificaba los distintos territorios y los caracterizaba de acuerdo a sus
rasgos físicos, étnicos y económicos. En esta misma línea, Pomponio Mela (siglo I a. E.) realizó su
obra Chorographia donde relata diversos viajes por las costas
conocidas de la época describiendo las características físicas y humanas de los
diversos territorios. Claudio Ptolomeo (90-168 d. E.),
astrónomo y matemático realizó también una obra geográfica, Geographike
hyphegesis. Esta obra se sitúa en la tradición de la geografía matemática y
cartográfica. Proporcionaba tablas de posiciones que permitían realizar un mapa
de la Tierra basado en la longitud y latitud de los lugares. También realizó
cálculos sobre la dimensión de la Tierra
En la época moderna
El siglo XV representa
un cambio radical en las condiciones de desarrollo de los conocimientos
geográficos. Se recuperaron los conocimientos clásicos y además se conocieron
nuevos territorios y pueblos. Autores muy distintos intervienen en la labor
descriptiva de estos nuevos territorios. El modelo que se sigue es el
proporcionado por Estrabón, cuya obra Geographiká se
redescubre y se reedita. Al mismo tiempo fue necesario modificar también la
imagen cartográfica del mundo. Juan de la Cosa es el primero que recoge
en su mapa las
tierras americanas conocidas del área del Caribe (1500).
Además la obra de Ptolomeo es corregida y ampliada y posteriormente superada
por el Atlas de Mercator (1595)
que encontró también nuevas soluciones al problema de proyectar la superficie
esférica de la Tierra en una superficie plana.
En el siglo XVII, la geografía tuvo un lugar
destacado en la revolución científica que sentó las bases de la ciencia
moderna. La geografía como ciencia que se ocupaba de la descripción
y de la representación cartográfica de la Tierra, formaba parte de las matemáticas.
Era una ciencia matemática mixta al igual que la astronomía o la óptica. La Geografía General en la que
se explican las propiedades de la Tierra de B. Varenio publicada
en 1650 representa muy bien esta concepción.
Según Varenio la geografía es “la ciencia matemática mixta que explica las
propiedades de la Tierra y de sus partes”. Varenio dividía la Geografía en
General y Especial, estudiando la primera la Tierra como cuerpo físico y
celeste y la segunda “la constitución de cada una de las regiones”. En cada
región Varenio consideraba tres tipos de propiedades: las celestes (la
distancia del lugar desde el Ecuador y desde el polo, la inclinación del
movimiento de las estrellas sobre el horizonte en el lugar, la duración del día
más largo y más corto…), las terrestres (límites, montes, aguas, selvas y
desiertos, animales…) y las humanas (trabajos y técnicas de la región,
costumbres, formas de expresarse, ciudades
Antecedentes de la
Geografía Científica Moderna
La primera mitad
del siglo XIX será
fundamental para el desarrollo de la geografía moderna y para su
institucionalización universitaria. Varios autores han señalado diversas
condiciones de posibilidad en su desarrollo:
·
Los viajes de exploración que proporcionaron todo un caudal de nuevos datos
y experiencias.
·
La expansión colonial europea, muy vinculada con las sociedades geográficas que popularizaron
los conocimientos geográficos y crearon un estado social de opinión favorable
hacia la geografía.
·
El desarrollo del nacionalismo, que dará a la disciplina una función social y
política vinculada a la consolidación del sentimiento nacional.
·
La elaboración de los proyectos conceptuales para la geografía
desarrollados por Humboldt y Ritter.
·
El reconocimiento de la geografía como una disciplina escolar que
conllevará la creación de cátedras de geografía para formar profesores.
Para algunos autores
(como H. Capel) es esta última condición el factor principal en el desarrollo
de la geografía a finales del siglo XIX.