Separación de Panamá de Colombia y las negociaciones con los
Estados Unidos de América
Inicios
La separación de
Panamá de Colombia1
fue un hecho ocurrido el 3 de noviembre de 1903, después de la Guerra de los Mil Días, y que desencadenó la
proclamación de la República de Panamá.234567
El istmo de Panamá fue
parte integral de todas las formas de organización política y territorial que
tuvo la República de Colombia desde 1831 hasta 1903, con alrededor de
diecisiete intentos de secesión y cuatro separaciones consumadas durante el
siglo XIX.
Para la
historiografía panameña, la proclamación de la República de Panamá fue el
resultado de un proceso nacionalista y autonomista que se vino construyendo
desde finales del siglo XVIII, y que concluyó con la separación de Panamá y de
Colombia. En cambio para la historiografía colombiana, la secesión de Panamá,
constituye un atentado contra la integridad político-territorial de Colombia,
que fue ideado por los Estados Unidos en
asociación con la oligarquía istmeña de la época.
Antecedentes
Declarada la independencia de España,
el 28 de noviembre de 1821, los gobernantes de Panamá tomaron la decisión de
unirse voluntariamente a la Gran Colombia,
Estado extinto conformado en la mayor parte de su territorio por las actuales
Colombia, Ecuador, Venezuela y Panamá. Con el entendimiento que se conservaría
autonomía de gestión económica y administrativa.16
En 1826, año
en que se celebró el Congreso Anfictiónico en la capital istmeña, Panamá rechazó la constitución
bolivariana, pero esto no fue obstáculo para que en ese año se produjera la
primera tentativa de separación de la Gran Colombia. A causa de que el congreso
colombiano hacía caso omiso de las solicitudes de franquicias comerciales para
el istmo, lo cual frustraba las aspiraciones panameñas, surgió un movimiento
separatista para convertir a Panamá en un país hanseático bajo la protección
de Reino Unido y
los Estados Unidos. El movimiento fue, sin embargo,
reprimido por los militares colombianos destacados en el istmo
La separación
José Domingo de Obaldía sería nombrado
gobernador de Panamá, este cargo ya lo había desempeñado con anterioridad; pero
él se sentía inclinado hacia la idea de la separación.
José Agustín Arango, político istmeño, empezó a
trabajar en secreto en la preparación del movimiento separatista. Una junta
revolucionaria clandestina se formó en torno suyo para planificar una
revolución destinada a consolidar la separación del Istmo de la soberanía
colombiana, para negociar directamente con Estados Unidos la construcción del
canal. La red conspirativa estaba conformada aparte del propio Arango,
por Manuel Amador Guerrero, médico; Nicanor de Obarrio, militar y general del
ejército colombiano y por otros como Ricardo Arias, Federico Boyd, Carlos Constantino Arosemena, Tomás Arias, Isabelina Rojas y Manuel Espinosa Batista. Pero la parte
operativa, la de mayor riesgo, le tocó a Amador Guerrero, quien viajó a Estados
Unidos en busca de apoyo para el plan, ya que las fuerzas norteamericanas
habían ayudado en el pasado al ejército colombiano. También obtuvo en Panamá el
apoyo de importantes jefes liberales y el apoyo del comandante militar Esteban Huertas
Con todos estos apoyos, se concertó la puesta en marcha del plan
separatista para un día no definido del mes de noviembre de 1903. Sin embargo,
un rumor generado en Colombia estuvo a punto de dar al traste con el plan. Informes
recibidos daban cuenta de una supuesta invasión nicaragüense al
Istmo por la región de Calovébora, sobre la costa norte panameña. Este informe,
y los rumores insistentes sobre algo que se tramaba en Panamá, hicieron que
Colombia movilizara al Batallón Tiradores desde Barranquilla.
El comandante de ese batallón traía secretamente instrucciones para reemplazar
a José Domingo De Obaldía y al general Esteban Huertas, en quienes ya no se
confiaba en Bogotá.
El Batallón
Tiradores, al mando del general Juan B. Tovar y Ramón G. Amaya, llegó a la
ciudad de Colón en la mañana del 3 de noviembre de
1903. No tuvo problemas para desembarcar, pero su transporte hacia la ciudad
de Panamá sufrió muchos contratiempos por la
complicidad de las autoridades del Ferrocarril Transístmico con
los conjurados, entre ellas el superintendente norteamericano J.R. Shaler.
Después de muchas excusas, el Estado Mayor pudo desplazarse hacia la capital.
En Colón quedó la tropa bajo el mando del coronel Eliseo Torres.
Una vez
llegados a ciudad de Panamá, Juan B. Tovar y sus otros oficiales fueron
arrestados por instrucciones del general Esteban Huertas, quien estaba al mando
del Batallón Colombia, cuya jefatura pretendía reemplazar al recién llegado
general.
Al enterarse
de la inminente acción revolucionaria, el comandante John Hubbard del buque
norteamericano «Nashville», entonces en las aguas del puerto y quien había
retrasado previamente el desembarco de las tropas colombianas en Colón, procedió
a impedir su transporte y cualquier desembarco posterior, argumentando que
debía respetarse la "neutralidad" del ferrocarril, un argumento que
las autoridades norteamericanas habían empleado en anteriores ocasiones en
sentido contrario.
Apresado el
contingente militar colombiano y congelada la movilización de las tropas en
Colón, se apresuraron las acciones para declarar la separación del Istmo. La
Junta Revolucionaria procedió entonces a declarar esa misma tarde, la
separación del Istmo. Algunos panameños asaltaron las armerías y tomaron las
armas, pero no fue necesario usarlas. Por representar a la autoridad colombiana
fue puesto bajo custodia el gobernador José Domingo de Obaldía.
Una
escuadrilla naval anclada en la bahía de Panamá fue obligada a rendirse sin
oponer resistencia. El Consejo Municipal se reunió bajo la Presidencia de Demetrio H. Brid (autoridad
máxima en el territorio panameño ante el surgimiento de un gobierno de
facto), y proclamó en un acta de voluntad del pueblo de ser libre y
de establecer un Gobierno propio, independiente, y soberano bajo el nombre de
República de Panamá. Demetrio H. Brid se convirtió entonces en el Primer
Presidente de facto de
la recién formada República de Panamá, nombrando el 4 de noviembre de 1903 a la
Junta de Gobierno Provisional que se encargaría de la administración del Estado
hasta que la Convención Nacional Constituyente en febrero de 1904 designara a
Manuel Amador Guerrero como el primer Presidente Constitucional de la República
de Panamá.
Consecuencias
El 13 de noviembre de 1903 Estados Unidos
reconoce formalmente a la República de Panamá (después de haberla reconocido
extraoficialmente del 6 al 7 de noviembre), Francia lo
haría al día siguiente y antes de finalizar noviembre, otros quince países
de América, Europa y Asia lo harían
también.
Para el 18 de noviembre de
ese mismo año, el secretario de Estado norteamericano, John Milton Hay,
firma en unión de Phillipe Bunau-Varilla un tratado para la construcción
del Canal de Panamá, aunque fue muy controvertido
por la celeridad con que fue aprobado y porque Bunau-Varilla se había propuesto
a sí mismo como representante del gobierno panameño. El tratado fue ratificado
después por la Junta Provisional de Gobierno de Panamá y por el Senado de
Estados Unidos.
En Colombia, la noticia de la separación de Panamá no fue
conocida hasta el 6 de diciembre en Bogotá. La razón dada para explicar el
atraso fue que el cable submarino que hacía posible las
comunicaciones entre las dos regiones se había dañado en esos días.
Fue el
embajador de Colombia en Ecuador, quien hizo llegar la noticia al gobierno colombiano,
que ocultó la noticia por algunos días, para prevenir los posibles disturbios
que ocurrirían en Bogotá.
Hubo entonces
dos clases de respuesta: enviar a Panamá una misión diplomática para averiguar
si los panameños estarían dispuestos a echar marcha atrás. También se ofrecía a
reconsiderar el tratado Herrán-Hay, rechazado por el Senado
colombiano, e inclusive hasta se prometía convertir a la ciudad de Panamá en la capital de Colombia.
La misión se reunió a bordo del navío estadounidense USS Mayflower. La
delegación panameña que estaba formada por Constantino Arosemena, Tomás Arias y Eusebio A. Morales, rechazó todas las
propuestas.
Colombia
envía entonces otra delegación del más alto nivel, en la cual sobresalían el
general Rafael Reyes, Pedro Nel Ospina, Jorge Holguín y Lucas Caballero. Panamá
estuvo representado de nuevo por Constantino Arosemena y Tomás Arias, ahora
acompañados por Carlos A. Mendoza, Nicanor de Obarrio y Antonio Zubieta. Las
reuniones se desarrollaron en el barco Canadá, de dicho país.
No hubo acuerdo entre los representantes y Rafael Reyes regresó a los Estados
Unidos.
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